instalaciones

Desde hace más de 40 años, estas instalaciones han sido el escenario de experiencias inolvidables para miles de niños y niñas. Hoy, siguen siendo un espacio vivo, lleno de actividad, donde la naturaleza, el aprendizaje y la convivencia se combinan de forma natural.

Las dos praderas que rodean el recinto son mucho más que espacios abiertos: son el lugar perfecto para el juego libre, las excursiones en busca de frutos silvestres o las gymkhanas que duran todo el día. Al caer la noche, se convierten en el escenario de juegos nocturnos bajo las estrellas. También acogen grandes asambleas, celebraciones y momentos de desconexión para quienes buscan un respiro en plena naturaleza.

En el corazón del recinto se encuentra el albergue, por el que han pasado generaciones de niños y niñas que hoy, ya adultas, recuerdan con cariño su estancia aquí. Los comedores han sido escuela de vida: aquí muchos niños y niñas han aprendido a poner la mesa, a compartir y a valorar cada comida. De hecho, quien escribe este texto recuerda con cariño cómo, en una salida escolar, aprendió que el tenedor se coloca a la izquierda del plato.

El porche es el punto de encuentro en los tiempos libres. Aquí siempre hay movimiento: partidas de futbolín, partidas de ping-pong, pero también mesas y bancos disponibles para dibujar, escribir cartas para el buzón o simplemente charlar con nuevas amistades.

Pero si hay algo que hace especial este lugar, es la convivencia con los animales de la granja. En los gallineros, jaulones, cuadras, establos y madrigueras, generaciones de cabras, ovejas, gallinas, ocas, conejos, cerdos, ponis y burros han formado parte de la vida de quienes han pasado por aquí. Aprender a cuidar de ellos, observar sus costumbres y entender su importancia en el ecosistema es una experiencia que deja huella.

Cada rincón de este espacio invita a aprender a través de la experiencia, a descubrir con las manos y a comprender con la práctica. Conviviendo, observando y participando, se despierta una conexión genuina con la naturaleza y se aprende, de manera real, el valor del respeto y el cuidado mutuo.

INFORMACIÓN GENERAL

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